lunes, agosto 13, 2007

El Arca de Noé

El centro de la ciudad parecía un hormiguero este domingo por la tarde. Era complicado transitar por la zona de costa con tanto paseante en sandalias por metro cuadrado. El parque de la Ciutadella parecía el Corte Inglés en rebajas. (Me saltó el corazón cuando quise ver en una forastera el rostro de Meri.). Incluso era complicado dar remos por el tumulto de embarcaciones de recreo en el lago.

El ómnibus 59 regresaba de la playa, conducido por una mujer enérgica, en dirección al Turó Parc. Parecía un Arca de Noé cargada con mil especies diferentes de ciudadanos a las que había que salvar de la inundación cercana que se intuía en los nubarrones a través de las ventanillas.

En la playa de la Barceloneta subió un hombre negro que hacía esfuerzos por hablar con sus hijos en catalán: "Si no te comes el bocata demà no anirem a la piscina", "no debes agafar res que no sigui teu", "això està muy mal hecho". Parecían consejos de buen padre y le agradecí internamente su catalán exótico, a mí que me cuesta tanto aceptar a los que vienen de fuera.

El vehículo estaba a reventar y la chófer pedía que la gente se trasladara a la parte trasera.

En Almirall Cervera se montó una familia alemana coloreada a la parrilla. El jefe de expedición tenía esa apariencia tan germana de seguridad con su camiseta de avispa, su pantalón corto y sus sandalias del número 48. Les sacó una foto con flash a sus dos hijos nibelungos apoyados en la luna delantera del ómnibus, con las Ramblas -en plena vorágine de vehículos y personas- de fondo, mientras la madre sentía una cierta vergüenza con su vestido verde de verano, apoyada en mi respaldo.

El vehículo estaba a reventar y la chófer pedía que la gente se trasladara a la parte trasera.

En el paseo Joan de Borbó, quisieron disfrutar del Arca de Noé dos familias de inmigrantes, con sus cochecitos de bebés, sus hábitos occidentales recientemente adquiridos de llevar las gafas de sol en el cabello, la mochila en bandolera y las sandalias que acumulaban en los pies toda la mugre de la ciudad. Ninguno de ellos pagó el viaje. También subió un matrimonio francés con sus dos hijas vestidas de flamencas (seguramente compraron los vestidos en Las Ramblas) y un joven vestido del Barça y con el Marca bajo el brazo.

El vehículo estaba a reventar y la chófer pedía que la gente se trasladara a la parte trasera.

En plaza Universitat subió penosamente una mujer enana, que compensaba su condición física con un orgullo natural, no forzado. No permitió que el alemán ciclópeo vestido a rayas le ayudara a confirmar su tarjeta de viaje. Le preguntó a la conductora por una parada asomando la mirada por encima del tablero donde se depositan las monedas del cambio.

El vehículo estaba a reventar y la chófer pedía que la gente se trasladara a la parte trasera.

Luego, a medida que el ómnibus se alejaba de la Barcelona turística, se fue vaciando. Sólo subían ancianos que saludaban cortesmente a la capitana de la nave: "Hola, bona tarda". Al Turó Parc apenas llegamos diez pasajeros.

El parque estaba en calma, en silencio. Era otra ciudad. Al salir de allí no tuve que deternerme en los semáforos de Santaló, de Muntaner, de Aribau... Los ricos estaban de vacaciones complicando las Ramblas de otras ciudades con sus vestidos de avispa. Y sus vehículos todoterreno no frenaron mi paso.

Llegué a mi piso y, al rato, comenzó a diluviar. Con ganas. Me pareció ver el Arca de Noé descender calle abajo.

9 Comments:

Anonymous Ilse said...

Los autobuses son un lugar ideal para ti, que eres observador por naturaleza y colaborador de Dolce Vita por vocación. No hay más que ver cómo te fijas en todo, hasta en los estilismos de los pasajeros. Eso sí, ni Mariñas se curra unas crónicas tan buenas.

13 de agosto de 2007, 17:26  
Anonymous Joana said...

M'ha vingut calor només de llegir-ho...buff tanta gent i tant variada. Les pells colrades pel sol encara desprenen més calor i l'atepeïment...
Sort de la pluja que debia refrescar l'ambient!
Han anat bé les vacances??
Bentornat!

13 de agosto de 2007, 19:01  
Anonymous alatrencada said...

Qualsevol s'atreveix a agafar el mateix autobús que tu? Ciutadans de Barcelona, vigileu com aneu pel carrer, no fos cas que us enxampés en Paseante despentinats o amb un forat al jersei.

Quin xàfec diumenge! Agraeixo al servei meteorològic la benvinguda tan fantàstica que van oferir a l'obrera de l'espectacle retornada.

14 de agosto de 2007, 12:03  
Anonymous Xurri said...

considerando que ni siquiera las sandalias te parecen decorosas, agradecería retrato robot de lo que constituye una forma decorosa de circular por la ciudad en general y en omnibus en particular.

Que luego aplicaremos o no según nos plazca, pero que tal vez nos dará alguna pista adicional al señor gris (o rosa - aunque le hago ahora ya más gris de nuevo)para identificarte en los transportes públicos con destino suroeste desde el centro, agazapado y observante.

Tengo la certeza que te buscaré en todos los trayectos, escudriñando miradas y tratando de enderezar mi postura y actitud.

14 de agosto de 2007, 17:22  
Anonymous khalina said...

Tu estaves sentat? "con su vestido verde apoyado en mi respaldo", perquè varia molt un trajecte sentat que de peu. Primer varia la perspectiva des de la qual veus la gent, i després la comoditat. Jo de peu, amb la gent que et cau a sobre quan frena el bus, trepitjades, no saps on agafar-te... grrr. En canvi, si vas sentadeta, i tot mirant, les frenades et sacsegen lleument amunt i avall...I de mentres el cap imaginant les vides de tots els passatgers, mentres orelles, ulls i nas et donen la informació base real

15 de agosto de 2007, 14:47  
Anonymous be said...

Les sacó una foto con flash a sus dos hijos nibelungos apoyados en la luna delantera del ómnibus,...
<-- mu bueno :p
como eres...

16 de agosto de 2007, 16:47  
Anonymous atikus said...

Seguro que en el arca tendrías turistas, porque hoy en día estan ...estamos por todas partes, y podrías hacerte una foto con el elefante para que cuando escampara te cobraran la fotito!!

Bueno de momento lo del veraneante se lo dejo a otros, pero me tomaré otro respiro cuando esteis despistados ;)

17 de agosto de 2007, 14:03  
Anonymous MK said...

Creo que este cambio de tiempo está planeando desplazarse hacia las Baleares.no creas que lo lamento. Me gustan los días de lluvia y tempestad . Aunque tendria trabajo en encontrar un autobus tan abigarrado y multicultural aquí...más bien paseos con las avarcas llenas de barro , alguna vaca despistada detrás de una tanca , un desfile de caracoles y algunas gaviotas danzando allá arriba...
Vale...si...lo he adornado un poco...

20 de agosto de 2007, 11:56  
Anonymous el paseante said...

Ilse, ya te vale! Me ajuntas con gente como el Mariñas en un mismo párrafo. :-) Ese tipo es el de "aquí hay pepino", verdad?

Gràcies Joana. Han anat bé. I sí que les pells cremades pel sol desprenen molta calor.

Alatrencada, estic buscant per internet les rutes de bus de la teva ciutat. Ja t'enxamparé un dia despentinada i amb un forat al jersei. I després vindrà un post molt i molt descriptiu. :-)

Xurri, en las damas un vestido chaqueta de tonos claros y zapatos sin tacón en verano. En los caballeros traje y corbata y calzado de cordones -estilo inglés-con calcetines de hilo (se admite camisa de manga corta debajo de la americana, sólo en época de calor).

Anava sentadet Khalina. :-)

Pues soy así Be, sin remedio. Creo.

Eso del elefante no lo pìllo Atikus. Pero gracias por el comment.

MK, a mí también me encantan las tempestades. Y si lo adornas, pues lo adornas.

22 de agosto de 2007, 3:11  

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