Fotos de primavera
En Semana Santa no escuché música religiosa mientras paseaba por el campo, sino Grey gardens de Rufus Waingright, por culpa de la atea o agnóstica (nunca he sabido diferenciar los dos vocablos) Ilse. Los Hayden me prestaron su cámara digital. Me puse una armilla de camuflaje, me dibujé una barba de tres días con un rotulador y, a falta de guerras en la tierra de la niebla, salí a fotografiar escenas bucólicas. Una mariposa se posó en un tallo de cebada, me arrodillé en silencio para capturar el momento y el señor Gris estropeó la instantánea saltando como un bobo mientras mostraba a la cámara su lengua de trapo. Clic.
El pequeño Hayden me pidió que le enseñara a recoger caracoles en el campo y acepté. Pero se portó mal en mi habitación del tercer piso de la granja de los caballos, rompiendo unos listones de la persiana de mi ventana por la que contemplo el aterrizaje de las cigüeñas en el campanario. Le castigué con la anulación de mi promesa. Sin embargo, su mirada es tan azul y convincente que le levanté la pena a la mañana siguiente.
Fue un hombrecito en el camino hacia el horizonte, pedaleando en su bicicleta como si se le acabara la vida. Recogimos siete caracoles entre los matojos. Les pusimos nombres y prometimos que los liberaríamos en el jardín de la señora Sofía. Sin venir a cuento, me preguntó si yo tenía padres, y me costó hacerle entender -a sus escasos cinco años- que comparto antecedentes genéticos con la señora Hayden, que somos hermanos y por tanto tenemos los mismos progenitores.
El niño descubrió el canal donde el señor Gris se ha bañado tantas veces. Quiso bajar a su orilla y hacer funambulismo en el escaso terreno seco del margen derecho. Intenté sacarle una foto que rememorara nuestro primer paseo juntos en plena naturaleza. Le estaba enfocando, cuando resbaló e inició su caída al agua. Tuve reflejos para agarrarle del pantalón y salvarle del chapuzón. Mi otra mano disparó por inercia apuntando a las copas de los plataneros sobre nuestras cabezas. Clic.
No había manera de que dejara de encantarse con la llamada de las aguas. Le dije que no podía saltar sobre las piedras que emergían de la corriente, porque se le mojaría el calzado deportivo. Le prometí que otro fin de semana hablaría con su madre para que le pusiera sandalias para caminar sobre las aguas y pescar esos peces invisibles de los que tanto le he hablado.
-Bona idea tio.
Le contó mi buena idea a su madre, y quiso matarme.
-Li posaré botes d'aigua, i si es mulla la roba em sentiràs.
En Semana Santa también fui a recoger tomillo con la señora Sofía y el tenista, en esa tarde sin viento. A jugar a tenis con mi padre, después de tanto tiempo en que no me derrotaba por 6-0. Sudé como un condenado a muerte, mientras él permanecía tan fresco y contaba los puntos, que caían uno tras otro, a su favor. Clic.
Salí de copas en solitario y no me crucé con nadie conocido. Sentado en esa barra, a altas horas de la madrugada, bajo las piernas de la señorita gogó, sonreía imaginándome al pequeño Hayden chutando el agua con sus botas, y a mí intentando captar el salpicón con la cámara. Su bota negra rozó mi gintónic. Levanté la mirada hacia los muslos trabajados de la muchacha bailarina, y hacia el resto de su cuerpo joven. Clic.
El pequeño Hayden me pidió que le enseñara a recoger caracoles en el campo y acepté. Pero se portó mal en mi habitación del tercer piso de la granja de los caballos, rompiendo unos listones de la persiana de mi ventana por la que contemplo el aterrizaje de las cigüeñas en el campanario. Le castigué con la anulación de mi promesa. Sin embargo, su mirada es tan azul y convincente que le levanté la pena a la mañana siguiente.
Fue un hombrecito en el camino hacia el horizonte, pedaleando en su bicicleta como si se le acabara la vida. Recogimos siete caracoles entre los matojos. Les pusimos nombres y prometimos que los liberaríamos en el jardín de la señora Sofía. Sin venir a cuento, me preguntó si yo tenía padres, y me costó hacerle entender -a sus escasos cinco años- que comparto antecedentes genéticos con la señora Hayden, que somos hermanos y por tanto tenemos los mismos progenitores.
El niño descubrió el canal donde el señor Gris se ha bañado tantas veces. Quiso bajar a su orilla y hacer funambulismo en el escaso terreno seco del margen derecho. Intenté sacarle una foto que rememorara nuestro primer paseo juntos en plena naturaleza. Le estaba enfocando, cuando resbaló e inició su caída al agua. Tuve reflejos para agarrarle del pantalón y salvarle del chapuzón. Mi otra mano disparó por inercia apuntando a las copas de los plataneros sobre nuestras cabezas. Clic.
No había manera de que dejara de encantarse con la llamada de las aguas. Le dije que no podía saltar sobre las piedras que emergían de la corriente, porque se le mojaría el calzado deportivo. Le prometí que otro fin de semana hablaría con su madre para que le pusiera sandalias para caminar sobre las aguas y pescar esos peces invisibles de los que tanto le he hablado.
-Bona idea tio.
Le contó mi buena idea a su madre, y quiso matarme.
-Li posaré botes d'aigua, i si es mulla la roba em sentiràs.
En Semana Santa también fui a recoger tomillo con la señora Sofía y el tenista, en esa tarde sin viento. A jugar a tenis con mi padre, después de tanto tiempo en que no me derrotaba por 6-0. Sudé como un condenado a muerte, mientras él permanecía tan fresco y contaba los puntos, que caían uno tras otro, a su favor. Clic.
Salí de copas en solitario y no me crucé con nadie conocido. Sentado en esa barra, a altas horas de la madrugada, bajo las piernas de la señorita gogó, sonreía imaginándome al pequeño Hayden chutando el agua con sus botas, y a mí intentando captar el salpicón con la cámara. Su bota negra rozó mi gintónic. Levanté la mirada hacia los muslos trabajados de la muchacha bailarina, y hacia el resto de su cuerpo joven. Clic.
17 Comments:
Deliciosas fotos, las tuyas. Quién las pillara...
Programaré ese paseo.clic.
Ais, ahir vaig fer un comment al post anterior, i ara no hi és. Llàstima que no estic inspirada com per repetir-lo. Potser era massa llarg... Ojalà li hagués fet una foto.
I al Nil ja li fas fotos?
Gràcies Veí, si tens nebots, pares, gos, gogós... les pots fer tu també.
Me gustaría que lo hicieras Katrin. Clic.
No li he fet cap foto al Nil, Khalina. Tot i que en tenim de tots dos, formant un cafè amb llet. I fes el favor de repetir el comentari!!! És conya.
Amenaces???? jajajaja.
Deia alguna cosa així "Ara fumar està socialment mal vist. Així que no és una bona idea demanar foc o una cigarreta per fumar. Potser s'haurà de retornar al vell truc de deixar caure un mocador. Clar que avui en dia, que tothom acostuma a anar de kleenexs o sucedanis, la cosa està complicada... i crec que vaig fer un comentari més graciós, però l'he oblidar :)
Yo también soy mala fotógrafa. Pero somos guapos e inteligentes. Hijo, ¡no se puede tener todo! :p
Agnosticismo: Actitud filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende la experiencia.
Como diríamos en mi casa: Que ni crees ni dejas de creer.
Ateo: Que niega la existencia de Dios.
Como diríamos en mi casa: Que te puedes cagar en Dios, que no te va a castigar.
Grey gardens está bien, pero de ese disco ahora me vuelve loca The consort, aunque a tí te va a al pelo One man guy.
Soy agnóstica con algunos refranes por ejemplo aquel de "Que una imagen vale más que mil palabras"
Si el nen es mulla els pantalons i es refreda sempre te'l pot deixar a tu per a posar-li 'suero' i utilitzar un xuclador de mocs, és una experiència!i que somrigui la mare! Clic!
Li estás fabricant records al teu nebot. I si no pots guardar les fotos, recorda tu els moments... potser un dia tindrà un 'déjà vu' i no sabrà d'on li haurà vingut.
A falta d'imatge, tu li podràs refrescar la memòria.
Si els ulls ens servissin per inmortalitzar aquests moments no necessitaríem càmares digitals... De fet les imatges i els moments ens queden gravats ... per sempre en el record més enllà dels cellers foscos de la memòria...
Bon capde!
Això de deixar caure el mocador ho he de fer jo o ella, Khalina. :-)
El próximo post lo escribo escuchando el One man guy, Ilse. A ver qué sale.
Sólo es una frase hecha MK. Seguramente la ingenió algún perezoso para la escritura.
Jaja, Emily, això és gremialisme femení.
També me'n fabrica ell a mi de deja vus, Violette. És una relació bidireccional.
Però pels que tenim mala memòria, va ve mirar una fotografia i recordar. Bon capde Joana.
Momentos guardados en la retina.
Me ha encantado leerte un día más.
Petó
S
No te he visto, o no te he reconocido.
Otro día será...
Moltes gràcies Fugaz.
Katrin, hoy he paseado por la playa. Otro día será...
El Parc de Recerca Biomèdica d'aquí a quatre dies farà fastiguet. Més que res perquè la fusta és molt maca, perpo a la Barcelona de les meves entranyes la posen guapa i després s'obliden que cal retirar el maquillatge a les nits perquè la pell no es faci malbé... hi ha allò dels retocs i tal i tal. Suposo que no tothom estarà d'acord amb mi. Temps al temps.
Passejador, tot està arreglat. Al meu blog ja hi tens un link. Por éstas!
Un petonet molt vermell. Clic.
Fe de rates (rates com conills)
perpo = però
I'm ssorry
kcyzpmkb (paraula de verificació. No me la podien haver posat un xic més complicadeta?)
Bé, he tornat a "perdre" la meva plantilla i ho sento, el teu link ha durat poc!, però és que ara els he perdut tots, maremevasenyor!!!
Volveré a la carga - dice ella sin darse por vencida!
Publicar un comentario
<< Home